Debo seros sincero, en ningún momento nos esperábamos un mazazo tan grande. Estábamos muy seguros de nosotros mismos y de la solidez de las pruebas. Creo que puedo afirmar que mi exposición fue apasionada y concienzuda. No dejé ningún cabo suelto. Hice una crónica de todas nuestras investigaciones de los últimos diez años. Presentamos las pruebas físicas, los estudios que habíamos realizado, todo. Aún así, la Comisión de Ciencia e Investigación del Parlamento Noruego se mostró escéptica en todo momento.
El momento cumbre de mi exposición fue la revelación del funcionamiento del Disco Draupnir. Realmente, se trata de una especie de brújula, un sistema de navegación que permite introducir coordenadas para llegar a cualquier lugar. Una vez que comprendimos su naturaleza, nos fue posible empezar a probar diferentes combinaciones que nos dirigían a diferentes localizaciones del hemisferio norte. Una de ellas, es la que creemos perteneció al emplazamiento de la civilización de Hyperborea. Estaba convencido de que todos los miembros de la comisión se quedarían de piedra, estupefactos, que aplaudirían nuestro descubrimiento. Nada más lejos de la realidad. Recibieron nuestras declaraciones con extrema frialdad y tacharon al Disco Draupnir de falsificación, lo mismo con los restos de la Quilla de Odín. Se negaron a dar por buenos los resultados de las pruebas de Carbono-14.
La versión oficial para rechazar nuestra solicitud ha sido que la propuesto no reunía los requisitos mínimos necesarios para optar a la partida de fondos. Lo curioso es que, repasando uno a uno los requisitos los cumplíamos escrupulosamente todos. Ya desde el principio detectamos una gran hostilidad, como si estuviéramos tocando un tema que incomodara a todos. De siempre he respetado y admirado a muchos de los colegas miembros de la comisión, por eso ha sido aún más dolorosa su actitud y falta de objetividad. Cuanto más pienso en ello, más claro tengo que por algún extraño motivo, no interesa que se profundice sobre la verdad de Hyperborea. De que alguien prefiere que siga manteniéndose como un mito, una leyenda, un cuento para niños, que una realidad histórica. Y la verdad, cuanto más pienso en ello, más me preocupan las implicaciones de estas conclusiones.
Portada de la edición impresa del periódico noruego Aftenpolten. Abajo, en el centro, destacan la noticia con el titular "¿Nueva civilización descubierta? |
Noruego:
Español:Ny sivilisasjon funnet?Professor Jørgen Hågensen, en renommert forsker og arkeolog ved NTNU i Trondheim, avslører at han formelt har fått avslag på en forskningssøknad på 120 millioner kroner. Formålet med søknaden var å bevise at myten om Hyperborea er sann, og han håpet å utløse de omfattende midlene gjennom et spesialfond satt opp av Stortinget via Norges Forskningsråd. Den omstridte vitenskapsmannen møtte derimot sterk motbør i vitenskapelige kretser, og enkelte anonyme kilder har sågar kalt mannen spik spenna gærn.Hågensen selv hevder å ha samlet nok bevis for den mytiske sivilisasjonen Hyperboreas eksistens, og sier at han til og med kan påvise den eksakte lokasjonen. «Hadde jeg fått disse midlene kunne alle mennesker nytt godt av den største arkeologiske sensasjonen i moderne tid. Det er klart jeg er forbannet» sier han.Forskningsrådets spesialkonsulent Lars Meloni er forsiktig med å antyde innholdet i søknaden, men vedholder rådets beslutning, og sier at det aldri var mulig å gi han pengene. «Grunnlaget er dessverre syltynt, for å si det pent. Vi har strenge kriterier for hva som kan utløse disse midlene, og Hågensen var langt unna å oppfylle kravene»Så er virkelig myten om Hyperborea sann, eller er det bare en gal manns oppfinnelse? Hågensen hevder at han ikke vil la seg stoppe av dette, men det kan se ut som det spøker for hans spesielle prosjekt.
¿Nueva civilización encontrada?
El profesor Jørgen Hågensen, científico y arqueólogo de renombre de la Universidad de Ciencia y Tecnología en Trondheim, ha revelado que ha sido formalmente rechazado en su petición de investigación de 120 millones de coronas noruegas. El objetivo de su solicitud era demostrar que el mito de Hyperborea es real, y esperaba obtener los fondos necesarios a través de una partida especial establecida por el Parlamento, a través de Investigación Noruega. Sin embargo, el controvertido científico ha encontrado una fuerte oposición en los círculos científicos, y algunas fuentes anónimas lo han llegado a tachar de un loco obsesionado.
Hågensen afirma haber recogido suficientes evidencias de la civilización Hyperborea que demuestran su existencia, e incluso dice que puede determinar su localización exacta. "Si hubiese recibido esos fondos todo el mundo podría beneficiarse del mayor descubrimiento arqueológico de los tiempos modernos. Obviamente, estoy muy disgustado," declaró a Aftenpolten.
El asesor especial de la Comisión de Investigación del Parlamento, Lars Meloni, se ha mostrado cauteloso de indicar los contenidos exactos de la solicitud, pero se reafirma en la decisión de la Comisión, alegando que nunca fue posible dar ese dinero al profesor Hågensen. "La base de la solicitud es desafortunadamente vaga, por decirlo amablemente. Tenemos un criterio muy estricto a la hora de valorar quienes pueden optar a estos fondos, y Hågensen se ha quedado muy lejos de poder cumplirlos."
¿Es el mito de Hyperborea real, o tan solo la invención de un hombre loco? Hågensen afirma que él y sus compañeros no se rendirán ni permitirán que este revés los detenga, aunque parece que ya nadie los vaya a tomar en serio dentro de la comunidad científica.Como podéis imaginaros estoy viviendo unos momentos muy duros, de los peores en mi carrera, pero no me vendré abajo, ni me rendiré. Como científico que soy, tengo claro que las pruebas no pueden mentir. Hyperborea existió, lo sé muy bien. Decidimos no revelar las coordenadas de su localización y vamos a mantenerlo en secreto. Ahora nos toca buscar financiación de capital privado. Vamos a estudiar todas las opciones posibles. Sabemos que en este mundo todavía queda gente con la mente abierta y dispuesta a invertir en proyectos que puedan revolucionar a toda la humanidad. Sí, a pesar de saber que contamos con la oposición de ciertos sectores determinados a enterrar Hyperborea. Os aseguro que no se saldrán con la suya.
Quiero agradeceros de nuevo todas vuestras muestras de apoyo, tanto públicas, como todos los mensajes privados que me habéis enviado en estos dos días. El jueves, por un instante pensé en tirar la toalla, en olvidarme de todo este asunto. Pero vuestro apoyo me hizo reaccionar y quitármelo de la cabeza. Con vosotros, sé que siempre tendré unas manos que me empujen hacia adelante. Juntos lo conseguiremos, lograremos que Hyperborea vea la luz. ¡Gracias!
Afectuosamente,
Jørgen Hågensen