jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad y Año Nuevo 2010

Queridas amigas y amigos que seguís Hyperborea Existe, tengo que disculparme, al final no he podido hacer las actualizaciones que quería hacer. Las cosas en Oslo se complicaron más de lo que esperaba y no he tenido ni un solo minuto libre, de hecho tuve que retrasar mi regreso a Madrid varios días. Pero no preocuparos, el retraso ha valido la pena, junto con mis colegas hemos hecho un descubrimiento muy interesante que nos permitirá dar un paso adelante muy importante en mi investigación más importante.

Es por ello que mi tiempo es muy limitado, estoy completamente dedicado a mi investigación y el poco rato libre que tenga estos días de Navidad los tengo que dedicar a mi familia so pena de que “cancelen mis fondos personales” ;).

Aún y así no quería dejar de desearos una feliz navidad y año nuevo 2010. Aunque se que hace poco que nos conocemos por este blog, espero que este nuevo año sea la consolidación de esta aventura y que vosotros podáis acompañarme en los descubrimientos que espero hacer en 2010. Estoy muy emocionado pensando lo que está por llegar, muchos años de esfuerzos y paciencia se verán recompensados finalmente, al menos eso espero.

Os quiero obsequiar con una postal navideña cuya imagen es un grabado que representa a Idun y las manzanas, un grabado clásico en la mitología nórdica. Precisamente, estas próximas semanas espero profundizar con vosotros sobre ella, la mitología nórdica, fuente de inspiración de escritores, ilustradores y músicos entre otros que encierra parte leyenda, parte realidad histórica de un pasado que se nos antoja muy lejano.




Disfrutad de estas fiestas con los vuestros y recordad, un año termina y otro empieza, pero nuestro deseo por encontrar la verdad sobre la civilización de Hyperborea se mantendrá intocable.

¡Felices fiestas!

martes, 15 de diciembre de 2009

De visita por Oslo...

Esta semana os escribo desde Oslo, pasaré la semana aquí para visitar a mi familia y aparte para participar en varias reuniones con colegas de la NTNU sobre tres proyectos diferentes de prospecciones submarinas que estamos preparando para la primera mitad de 2010.




Mientras que en España las noticias de televisión se hacen eco de que por fin ha empezado el frío aquí en Oslo la cosa está suave, dentro de lo que cabe, estamos ahora mismo a solo -5ºC. A algunos les podrá parecer mucho frío pero por estas tierras estamos acostumbrados a soportar temperaturas inferiores a los -20ºC en los momentos más duros del invierno.

Tenía ganas de volver a Oslo, he vivido muchos años en esta ciudad, la capital de Noruega y empaparme de su espíritu cosmopolita. Hacía ya unos meses que no volvía, desde el verano en el que estuve dos meses por Noruega trabajando en un proyecto conjunto con el Artic Group relacionado con las islas Spitsbergen, Nordaustlandet, Edgeøya y Barentsøya, conocidas también como Svalbard. Un lugar que he visitado en muchas ocasiones en los últimos años y muy importante en mis principales investigaciones.




Pero volviendo a Oslo, quizás la parte de la ciudad que más me guste es la de Nationaltheater. En pleno centro de la capital aúna algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad así como el Parlamento, la Universidad y a pocos pasos está la zona comercial del puerto, donde gente joven y no tan joven pueden ir a comer y tomar unas cervezas.




Para el que nunca haya estado le sorprenderá el ambiente cosmopolita y multicultural de esta parte de la ciudad. Muchos universitarios, investigadores y trabajadores de empresas de todo el mundo se suelen reunir en esta parte de la ciudad para entretenerse. De hecho, en uno de los restaurantes de la zona, el Friday’s es donde conocí a mi actual esposa, una bella española, que fue el motivo por el que ahora paso la mayor parte de mi tiempo en Madrid.




No me extiendo más, aquí ya es hora de cenar y la familia espera. Mañana tengo varias reuniones muy interesantes y espero poder actualizar de nuevo en unos pocos días con una de las primeras piezas de este rompecabezas llamado Hyperborea.

martes, 8 de diciembre de 2009

Sobre el mito de Hyperborea

Hoy quisiera introducir el mito de Hyperborea a todos aquellos que desconozcan su origen y las diferentes interpretaciones  que le han dado civilizaciones de diferentes puntos del planeta.




Una búsqueda rápida por Internet os permitirá dilucidar que el mito de Hyperborea tiene una gran relación con otros como el de la Atlántida, pero nada más lejos de la realidad. Si bien ambos mitos hablan de civilizaciones humanas muy avanzadas residentes en islas que fueron destruidas o que al menos ya no hay constancia de su localización ni se han encontrado restos de arqueológicos.

Mientras que para la Atlántida hay multitud de teorías diferentes sobre su posible localización y es de consenso popular que desapareció tragada por las aguas, en el caso de Hyperborea tenemos un cierto consenso en las diferentes leyendas y escritos de diferentes autores. En todos los registros se habla de una isla en el norte de la tierra, algunos hablan de Islandia, otros del norte de Siberia, otros de una isla desaparecida en algún lugar entre Noruega e Islandia, pero todos coinciden en la zona más norte del planeta.
Los griegos fueron los primeros en hablar sobre Hyperborea, pero también se han encontrado registros en otros pueblos desde los establecidos en Rusia a China. Pueblos de diferentes puntos del planeta tienen registros de una misma civilización que, supuestamente se encontraba a una gran distancia de sus lugares de origen. El porqué a este enigma es algo que iré desentrañando poco a poco en ‘Hyperborea Existe’.




Pero todos coinciden en lo mismo, Hyperborea era una civilización muy antigua, y años luz avanzada con respecto al resto de la humanidad, sus habitantes eran muy inteligentes y eran un pueblo fuerte, gozaban de una salud de hierro y vivían durante más de mil años. Su isla, conocida por ser la isla del sol eterno, nunca veía el sol ponerse, de ahí la creencia de estar situada en la zona boreal de la Tierra, gozaba de un clima benigno constante, alejado del frío que azotaba el resto del norte del mundo.

Algo sucedió, en algún momento de su historia, Hyperborea fue borrada de la faz de la tierra, las teorías son muchas, desde que las aguas se tragaron su isla, al igual que la Atlántida, a una tragedia misteriosa, un exilio forzado. Todas estas teorías son eso, no hay ninguna aseveración clara sobre que pudo suceder.




Un dato revelador es el hecho de que pueblos de lugares tan dispares muestren registros de una misma civilización misteriosa. Esto da mucho que pensar, ¿cómo puede ser que diferentes pensadores de civilizaciones separadas por miles de kilómetros guarden historias similares de un mismo mito? ¿Pudo suceder una tragedia que fue prevista y la civilización Hyperborea escogió un exilio que lo llevaría a diferentes puntos del planeta? ¿Qué podría haber provocado que una civilización floreciente, la más avanzada de la humanidad, abandonara su lugar y decidiera esconder toda prueba de su existencia? Estas son algunas de las principales preguntas que se han planteado sabios de todo el mundo desde hace más de 3.000 años.

Otro de los grandes enigmas relacionados con Hiperbórea es su antigüedad, ya que en todos los registros se habla de una civilización más allá de todo registro, mucho antes del florecimiento de los primeros pueblos sedentarios afincados en Mesopotamia. Estamos ante el dilema de la existencia de un grupo humano con una sociedad avanzada, capaz de navegar, construir y fabricar utensilios avanzados mientras que el resto de la humanidad se vestía con pieles y vivía en cuevas o chozas de paja. Algunos investigadores han teorizado sobre la posibilidad de que los habitantes de Hiperbórea fueran miembros de una nueva raza de humanos, al igual que se habla de la coexistencia entre el Neandertal y el Homo Sapiens. Pero de nuevo regresamos a la duda, ¿porqué una raza más avanzada desapareció enfrente de una menos avanzada?

Sinceramente, con mi blog quiero distanciarme de un gran número de personas que quieren relacionar el mito de Hyperborea con alienígenas, mundos subterráneos de duendes y hadas o incluso de las historias recurrentes de investigaciones nazis durante la primera mitad del siglo XX. Si bien es cierto que algunas de estas leyendas como las relacionadas con la Sociedad de Thule y otras historias sobre el mito del súper hombre podrían tener cierta relación o similitud mi criterio es basarme solo en las pruebas arqueológicas que puedan llevarnos a demostrar con exactitud la existencia de esta civilización.

¿Cómo encontrar pruebas arqueológicas de una civilización que supuestamente no existe desde hace miles de años y que fue borrada de la faz de la Tierra? Bien, a lo largo de este año iré profundizando en esta pregunta. Pero si partimos de la premisa de que pueblos de diferentes puntos del planeta tuvieron algún tipo de contacto o registro, aún a forma de leyendas o escritos de sabios, sobre Hyperborea podemos suponer que esta civilización tenía una gran capacidad de navegación. Debieron establecer numerosas rutas marítimas y eso indica que tuvo que haber naufragios.

Es en el fondo de nuestros océanos y mares donde podemos encontrar las respuestas a este enigma. En estos últimos años he descubierto varios indicios en varias investigaciones submarinas que he realizado en Noruega e Islandia que fortalecen esta teoría. Pero esto ya es tema para otra actualización completa...

Hyperborea es un mito perseguido por muchos a lo largo de nuestra historia moderna, algunos fanáticos por el ideal del súper hombre y el provecho que podrían sacar de los secretos de esta civilización perdida, otros, como yo, por el afán de conocer y compartir con la humanidad la historia de quizás la primera civilización avanzada de la humanidad.

Os animo a seguir conmigo mis avances y descubrimientos en Hyperborea Existe.