martes, 3 de agosto de 2010

La isla de Jan Mayen

Queridos seguidores de Hyperborea Existe, después de días de olvido puedo volver a dirigirme a vosotros. Llevo varias semanas en aguas del atlántico norte, entre Groenlandia, Islandia y Noruega, junto a varios colegas a bordo de la embarcación de investigación 'Mist' con el objetivo de realizar diferentes sumersiones en los alrededores de la isla de Jan Mayen así como varias prospecciones en la costa. Fue en la conocida como 'Cresta de Jan Mayen' donde hace cerca de 10 años empezó el primer capítulo de la investigación más emocionante de mi carrera y aún hoy en día, esta isla y su cresta submarina, que recorre el lecho submarino por más de 400km, siguen siendo la clave del enigma.

Fotografiando al 'Mist' rodeado de aves desde la lancha de apoyo. Durante varios días hemos recorrido toda la isla de Jan Mayen realizando sumersiones, paradas en tierra para tomar muestras, así como barridos de radar y sonar del fondo marino.
Pero hoy más que hablar de mi investigación quiero hablaros sobre la isla de Jan Mayen propiamente. No existe un registro histórico completamente fiable sobre cuando fue exactamente su descubrimiento. Y digo esto ya que, aunque existe un registro certero de su descubrimiento en el siglo XVII por balleneros ingleses y holandeses cuando buscaban nuevas zonas de pesca, con gran polémica y conflicto de nombres por otorgarse el merito de su descubrimiento, hay apuntes anteriores sobre su existencia. Así lo relató el monje irlandés Brendan de Clonfert que durante el transcurso de uno de sus viajes se aproximó a una isla negra que escupía fuego y producía un ruido ensordecedor. Brendan de Clonfert pensaba que había llegado a las puertas del infierno y no se atrevió a desembarcar, pero realmente no existe ninguna prueba de ello. De la misma manera es más que probable que los Vikingos conocieran su existencia, ya que estuvieron presentes en Islandia, Groenlandia, las islas Feroe y Noruega, pero tampoco se ha encontrado ningún resto de asentamiento suyo en ella.

Grabado del siglo XVIII mostrando escenas de la caza de ballenas boreales por los holandeses en las proximidades de la isla de Jan Mayen y del Beerenberg.
Finalmente, la isla recibió su nombre gracias al explorador holandés Jan Jacobs May van Schellinckhout que visitó la isla en 1614. Su cartógrafo la bautizó como Jan Mayen, después de cartografiar sus costas, constituyendo así la prueba más antigua del descubrimiento de Jan Mayen, al menos de la que se tenga constancia. Jan Mayen es una isla europea relativamente aislada en el océano Atlántico norte, en el límite con el océano Ártico. Más concretamente, la isla delimita el mar de Groenlandia al noroeste (océano Ártico) del mar de Noruega al sudoeste (océano Atlántico). Jan Mayen no forma parte de ningún archipiélago ni esta acompañada de ninguna isla secundaria o islote. Por tanto, la tierra más próxima es la costa oriental de Groenlandia, a aproximadamente 500 kilómetros al oeste. Islandia se encuentra a 550 kilómetros al sudoeste, y Noruega a 950 kilómetros al sudeste y las Svalbard al nordeste.  Situada por encima del paralelo 66° 33' 39" de latitud norte que constituye el círculo Polar Ártico, no está rodeada por ninguna tierra habitada y se encuentra lejos de todas las rutas marítimas importantes.

Vista por satélite de la isla de Jan Mayen

¿Cuál es entonces su interés? Bien, inicialmente fue usada como base para los balleneros, más tarde el gobierno de Noruega se hizo con ella con el objetivo de instalar una estación meteorológica con la que poder tener un sistema de alerta temprana frente a las tormentas del atlántico. Mucho antes que eso, Jan Mayen acogió el primer año polar internacional, 1882-1883, gracias a sus impresionantes glaciares, así como acogió a diferentes expediciones científicas para estudiar su ortografía volcánica, las aves que pasan por la isla, cerca de 500.000, y la gran variedad de cetáceos que la escogen como lugar de paso. Durante la Segunda Guerra Mundial también sirvió como emplazamiento de varias bases de radio americanas pero a parte de eso su uso ha sido muy limitado. En la actualidad, tan solo está en funcionamiento una estación de servicios climatológicos, una base de navegación de largo alcance (Loran-C) y un pequeño aeródromo. No cuenta con puerto, sino que los navíos deben atracar fuera de la costa. 

Transmisor Loran-C y estación climatológica de Olonkinbyen en la isla de Jan Mayen.

Así que hoy en día tan solo empleados del instituto de climatología, ejército e investigadores son los únicos afortunados con permiso para pisar la isla y, en nuestro caso, sumergirse bajo sus aguas, aunque con limitaciones. La verdad es que estos días están siendo muy emocionantes y no puedo esperar a que llegue el día en que pueda hacer público parte del material que estamos consiguiendo aquí, pero por el momento no es posible. Para nosotros es vital aprovechar hasta el último segundo, ya que la época de buen tiempo no suele durar más que unas pocas semanas durante el verano y es crucial aprovecharlo para tener las mejores y más seguras condiciones de trabajo.

Fragata de la armada noruega en la costa de Jan Mayen. En Jan Mayen tan solo se suelen ver embarcaciones militares y de investigación recorriendo su costa, está alejada de todas las rutas marítimas principales.

Hace diez años, a unos 400km al sur de la isla de Jan Mayen, en la conocida 'Cresta de Jan Mayen' descubrí la primera pieza de un gran rompecabezas con el que llevo trabajando todo este tiempo. Durante todo este tiempo han habido muchos avances, pero nunca he estado tan cerca como hasta ahora. Tanto mis colegas como yo esperamos que todos estos años de investigación y expediciones den pronto sus frutos y consigamos pronto el apoyo necesario para dar el paso adelante requerido para desentrañar la verdad. 

Formaciones rocosas sobresaliendo del agua en la costa de Jan Mayen.
Espero poder dirigirme a vosotros pronto, seguidores de Hyperborea Existe, y os agradezco a todos vuestro apoyo a pesar de no poder actualizar este blog tan a menudo como desearía, aún y así me llena de satisfacción ver que ya sois casi 400 los que me seguís desde la página de Facebook. Espero que podáis leerme pronto y contaros más detalles sobre los inicios de mi investigación hace diez años en la 'Cresta de Jan Mayen'.



2 comentarios:

  1. Interesante historia, no conocía esta isla ni el uso que se le había estado dando, aunque me quedo intrigado con saber más de lo que deja entrever sobre el papel que ha jugado en sus investigaciones y si tiene alguna relación con el mito de Hyperborea.

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  2. Mucha suerte por las aguas nórdicas y a ver si pronto nos puede traer información fresca de sus profundidades ;)

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