domingo, 14 de febrero de 2010

Historia de la Mitología Nórdica VII: El origen de la inspiración poética

Queridos seguidores de 'Hyperborea Existe', otra semana más estamos aquí para seguir con la lección de historia de la mitología nórdica y, ya por fin, nos adentramos en profundizar en el relato de varias de las leyendas  de la mitología nórdica, en concreto en esta extensa actualización hablaremos sobre el origen de la inspiración poética y el mito de Odín y el hidromiel.

El mito del hidromiel poético aparece en la parte de la 'Edda en prosa' de Snorri Sturluson llamada la 'Skalds-kaparmal', está compuesto de varios episodios que forman un ciclo y es muy complejo. El mito habla de la poesía como el fruto de la inspiración divina, lo que nos proporciona una idea de la importancia que se le otorgaba y del prestigio del que gozaban los poetas en el mundo escandinavo.

En el principio de los tiempos, tras una guerra entre los Ases y los Vanes, ambos declaran una tregua escupiendo en una tinta que, a partir de la saliva acumulada, nace un hombre ya adulto, llamado Kvasir, omnisciente y poseedor del conocimiento tanto de los Ases como de los Vanes.

En Midgard, donde vivía la humanidad, Kvasir adquirió renombre gracias a su habilidad para contestar cualquier pregunta por muy sabio que fuera quien le preguntara. Aquellos que necesitaban consejo sabían que sólo con llamarlo él acudiría. En uno de esos viajes conoce a dos enanos, Fialar y Galar, quienes lo invitan a comer en las profundidades de sus cuevas. Allí lo asesinan y vacían su sangre en dos vasijas de barro y una caldera, donde la mezclan con miel hasta obtener un hidromiel que convierte en erudito o poeta a todo el que lo bebe.

El gigante Baugi, persuadido por Odín, perfora la cámara de su hermano Suttung. Esta ilustración representa al gigante Baugi practicando un agujero en la cueva donde se oculta el hidromiel. La barrena tiene poderes mágicos: se alarga a medida que se usa, no hay profundidad a la que no pueda llegar.
Los enanos cuentan a los dioses que Kvasir ha muerto, después de atragantarse con su propio saber al no encontrar a nadie capaz de competir con él en sabiduría.

A continuación, invitan a Gilling, un gigante, y a su mujer, a su morada. Llevan a Gilling en barca, pero ésta choca contra una roca y vuelca. Como no sabe nadar, Gilling se ahoga, pero los enanos consiguen enderezar la barca y regresar a casa para informar a la giganta de la muerte de su marido. El enano Fialar le pregunta si aliviaría su dolor volver la vista hacia el lugar donde se ha ahogado, pero no es más que un engaño. En cuanto cruza la puerta, Galar le arroja una piedra y la mata. Cuando el hijo de los gigantes, Suttung, se entera de lo sucedido apresa a los enanos y los abandona en una isla que queda cubierta con la marea alta. Los enanos piden clemencia y le ofrecen el hidromiel como compensación por la muerte de sus padres. Suttung acepta, se lleva el valioso hidromiel, lo oculta en el interior de una montaña llamada Hnitbiorg y coloca a su hermana Gunnlod de guardiana.

Odín busca el hidromiel

A continuación, la historia gira alrededor de los esfuerzos de Odín por obtener el hidromiel de Suttung. Vestido de campesino, Odín emprende la misión. Un día, topa con nueve siervos que están segando heno y con la piedra de afilar que lleva les afila las hoces. Los siervos quedan tan impresionados con el resultado que deciden comprársela. Odín acepta con la condición de que el precio sea justo. A continuación lanza la piedra al aire y, ansiosos, los siervos se pelean por ella. En la melé, acaban cortándose el cuello unos a otros con sus hoces.

Odín se aloja con un gigante llamado Baugi, hermano de Suttung, a quién le oculta su verdadera identidad diciéndole que se llama Bolverk. Los nueve siervos trabajaban para Baugi, quien ha de buscar nuevos braceros para la siega. Odín se ofrece a hacer el trabajo de los nueve hombres a cambio de un trago del hidromiel de Suttung. Baugi duda de que su hermano acceda a compartir ni una gota del hidromiel, pero se presta a ayudar a Odín a hacerse con él una vez haya terminado el trabajo. Odín completa la siega y junto con Baugi va a ver a Suttung, pero éste se niega a compartir el hidromiel. Odín saca una barrena llamada Rati y le dice a Baugi que haga un agujero y atraviese Hnitbiorg hasta llegar al hidromiel. Baugi taladra muy superficialmente la montaña donde se guarda el hidromiel, pero Odín le obliga a llegar hasta la cueva.

Colgante o amuleto, s. IX d. de C, Suecia. La figura, tal vez un sacerdote del culto a Odín, sostiene una espada y dos lanzas y lleva un casco adornado. Odín es un dios muy complejo; a pesar de ser un dios de la guerra también lo es del vino y la inspiración, aunque muchos ven en sus múltiples facetas una característica común: la evasión de uno mismo, ya sea por medio de la muerte o la embriaguez.
Tras transformarse en una serpiente, Odín se desliza a través del agujero. Baugi, en el último intento de hacerle cambiar de opinión intenta hendir la cola de la serpiente con la barrena cuando ésta está a punto de desaparecer, pero falla. Una vez dentro de la montaña, Odín seduce a Gunnlod, quien custodia el hidromiel, y pasa tres noches con ella. La persuade para que le permita tomar tres tragos de hidromiel, uno por cada una de las noches pasadas con ella, que es todo lo que Odín necesita para vaciar los tres recipientes. A continuación se transforma en un águila y sale volando hacia Asgard. Suttung lo ve escapar y lo sigue también transformado en águila. Al ver aparecer a Odín, los Ases sacan unos recipientes al patio de Asgard, tal como se les había dicho. Odín vomita el hidromiel, pero Suttung le sigue de cerca y sin darse cuenta excreta parte del líquido. Esa parte no se recoge, sino que se deja para quien lo quiera.

Odín ofrece a los dioses el hidromiel recogido, y aquel que lo prueba se convierte en un poeta consumado; sin embargo, aquel que prueba el hidromiel excretado solo compone malos versos. En cuanto a Suttung, algunas versiones dicen que, al llegar a las murallas de Asgard, los rayos del sol lo tocaron y lo despojaron del disfraz de águila, de modo que cayó al suelo. En otras, los dioses encienden un fuego que le quema las puntas de las alas, cae al suelo y muere.

Esto es todo por hoy seguidores de Hyperborea Existe, para la próxima actualización os tengo preparada una introducción a varias historias sobre los descendientes de los dioses como Freyr o Thor.

Nota. Parte de la información de esta serie de capítulos podréis encontrarla en el libro Mythology: Myths, Legends and Fantasies de Global Book Publishing, una gran obra para introduciros en la mitología en general de las culturas de todo el mundo.

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