domingo, 21 de febrero de 2010

Historia de la Mitología Nórdica VIII: Descendientes de los dioses

Queridos seguidores de 'Hyperborea Existe', otra semana más os traigo un nuevo capítulo de la historia de la mitología nórdica para ir poco a poco completando este ciclo de actualizaciones del blog. En esta ocasión, voy a hacer una introducción a los llamados descendientes de los grandes dioses, una serie de relatos sobre algunas de las figuras mitológicas nórdicas de más relevancia tras el gran padre, Odín.

Muchas tribus germánicas tenían mitos que relacionaban su soberanía con los dioses. A menudo se trataba de Odín, el más poderoso de todos. Uno de los mitos germánicos más antiguos y conocidos nos llega a través de los historiógrafos longobardos de los siglos VI y VII, y relata una batalla entre dos tribus germánicas: los Wandali (vándalos) y los Winnili. Los Wandali pidieron a su dios principal, Godan (Wodan u Odín), que les concediera la victoria. Sin embargo, los Winnili estaban liderados por Gambara, la sabia y anciana madre de sus jefes, Ibor y Aio, quien oró a la mujer de Godan, Frea (Frigg).

Frea aconsejó a los guerreros Winnili que se apostaran en el este la mañana de la batalla y que las mujeres acompañaran a los hombres al frente y se colocaran sus largos cabellos alrededor de sus caras.

Godan tenía planeado otorgar la victoria al primer ejército que viera al amanecer. A la mañana siguiente, al mirar por su ventana favorita que daba al este, vio a los Winnili ya formados y preguntó: <<¿Quiénes son esos longobardos (barbas largas)?>>. Al haberlos nombrado, Frea dijo que estaba obligado a otorgarles la victoria, y bajo ese nombre forjaron su reino en lo que más adelante se conocería como Lombardía, en el norte de Italia.

Ángel, en un altar del rey lombrado Rachis, s. VIII. Los longobardos (o lombardos) procedían originariamente del sur de Suecia, pero se establecieron en Italia y dieron nombre a la región de Lombardía. ALgunos relatos explican que, cuando crecieron demasiado, los Winnili se dividieron en tres grupos y echaron a suertes la permanencia en su territorio. Perdió el grupo encabezado por Ibor y Aio, de modo que partieron en busca de nuevas tierras.

En el relato de esta leyenda, los autores revelan ciertas influencias en su interpretación de la pareja clásica que gobernaba los dioses, Zeus y Hera. Sin embargo, este relato, indudablemente antiguo, demuestra que incluso a mediados del primer milenio de nuestra era, Wodan u Odín y su esposa Frigg ya eran las poderosas deidades ancestrales de las que las familias reales germánicas, así como tribus enteras, deseaban descender.

A pesar de que es Odín quien aparece prácticamente siempre como antepasado divino en las genealogías de las familias reales germánicas, al menos en Suecia se honraba al dios Freyr, tanto como ancestro como guardián y protector de la casa real de los Ynglingar, casa de la que la familia real noruega dedujo su ascendencia con posterioridad.

A pesar de que a menudo se le consideraba el dios de la fertilidad, en gran parte porque las estatuas de la era vikinga y los talismanes de bolsillo lo representan con un falo erecto, en realidad se le consideraba el arquetipo de la realeza sueca, representada por los reyes de la antigua Uppsala (centro de poder sueco en el siglo VI y posteriores, y todavía en la actualidad foco religioso y cultural). Su virilidad característica formaba parte con seguridad de esa imagen de rey joven y poderoso, tal como lo era su atributo, el jabalí, otro símbolo tanto de fuerza como de riqueza.

Los soldados que componían la guardia real sueca de los siglos VII y VIII lucían cascos coronados con un jabalí de metal. La relación con la casa de los Ynglingar se reflejaba incluso en su apodo otorgado a Freyr. Yngvi-Freyr, que tal vez sea un nombre muy antiguo que se remonta a las tribus germánicas mencionadas por Tácito, quienes a su vez se denominaban a sí mismas Ingaevones.

Y con esto llegamos al final de este capítulo, el próximo tendrá como protagonista el relato de Freyr y la giganta Gerd, que forma parte del poema Skirnismal de la Edda en prosa de Snorri Sturluson.

Quiero aprovechar también para compartir con vosotros que ya la página de Hyperborea Existe ya ha superado los más de 100 fans. Ver como cada semana más y más personas muestran su interés por conocer más acerca de nuestra historia pasada y la mitología es algo muy gratificante.

¡Muchas gracias por vuestro apoyo seguidores de Hyperborea Existe!

Nota. Parte de la información de esta serie de capítulos podréis encontrarla en el libro Mythology: Myths, Legends and Fantasies de Global Book Publishing, una gran obra para introduciros en la mitología en general de las culturas de todo el mundo.

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